El intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, y su par de El Calafate, Javier Belloni, manifestaron su preocupación por la escasez de frecuencias de Aerolíneas Argentinas hacia ambos destinos y el elevado valor de los pasajes, y analizan la presentación de un reclamo conjunto. Fue en el marco de un encuentro que mantuvieron en la ciudad santacruceña.
Los mandatarios decidieron abordar en conjunto el reclamo por el costo de los tickets aéreos y la escasa cantidad de frecuencias que ofrece Aerolíneas Argentinas para ambos destinos, y además trabajaron en la confección de una solicitada en la que reclaman a Presidencia de la Nación, a la Secretaría de Turismo de esa órbita y a la empresa del Estado que revisen y den marcha atrás con las medidas adoptadas, y que además se proyecte una política clara, previsible, sustentable y equitativa en materia turística.
También coincidieron en que la política aerocomercial desplegada por Aerolíneas Argentinas e impulsada desde Nación a través de la Secretaría de Turismo resulta discriminatoria, ya que se redujeron frecuencias hacia ambos destinos. Y lo mismo sucede con el denominado “cruce” que conecta Ushuaia con El Calafate, que según datos de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) fue la ruta interna sin pasar por Buenos Aires con mayor demanda en el período 2016-2017, secundada por el tramo “Córdoba-Mendoza”.
A ello se suman las tarifas impuestas a los tickets aéreos de la aerolínea de bandera. Por ejemplo, un turista que quiera visitar los glaciares patagónicos el próximo fin de semana largo deberá pagar sólo por el pasaje $25.239, mientras que para viajar a Ushuaia sin pasar por El Calafate el costo será de $11.685, lo que supera el valor de un vuelo Buenos Aires-San Pablo. Este cúmulo de situaciones perjudica fuertemente a las dos ciudades, que forman parte del paquete turístico “Patagonia Fantástica” y como tal, son interdependientes.
En ese sentido, Vuoto y Belloni coincidieron en que el invierno fue muy duro para las dos comunidades locales. El sector turístico de ambas ciudades sintió muy fuertemente la baja de la actividad por la desprogramación completa, por primera vez desde su instrumentación en 2009, del tramo El Calafate-Ushuaia. La expectativa estaba puesta en una recuperación a partir de la primavera de este año, pero el nuevo esquema tarifario sumado a la reducción de frecuencias dio nuevamente por frustradas esas esperanzas.
Mientras la gran mayoría de los destinos del país incrementan la cantidad de asientos y frecuencias, en Ushuaia y El Calafate se está soportando una reducción sistemática de vuelos cada vez más aguda. Esto redunda en la extinción de la fuente de trabajo e inversión de miles de argentinos y contradice lo que el propio Gobierno nacional expresa públicamente, en cuanto a que el turismo es una de las actividades que reactivarán la paralizada y recesiva economía argentina.
La definición de los intendentes quedará manifiesta en una solicitada que será publicada en medios de tirada nacional, con el objetivo de visibilizar un conflicto que fue sistemáticamente ignorado por las autoridades intervinientes.
Los mandatarios decidieron abordar en conjunto el reclamo por el costo de los tickets aéreos y la escasa cantidad de frecuencias que ofrece Aerolíneas Argentinas para ambos destinos, y además trabajaron en la confección de una solicitada en la que reclaman a Presidencia de la Nación, a la Secretaría de Turismo de esa órbita y a la empresa del Estado que revisen y den marcha atrás con las medidas adoptadas, y que además se proyecte una política clara, previsible, sustentable y equitativa en materia turística.
También coincidieron en que la política aerocomercial desplegada por Aerolíneas Argentinas e impulsada desde Nación a través de la Secretaría de Turismo resulta discriminatoria, ya que se redujeron frecuencias hacia ambos destinos. Y lo mismo sucede con el denominado “cruce” que conecta Ushuaia con El Calafate, que según datos de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) fue la ruta interna sin pasar por Buenos Aires con mayor demanda en el período 2016-2017, secundada por el tramo “Córdoba-Mendoza”.
A ello se suman las tarifas impuestas a los tickets aéreos de la aerolínea de bandera. Por ejemplo, un turista que quiera visitar los glaciares patagónicos el próximo fin de semana largo deberá pagar sólo por el pasaje $25.239, mientras que para viajar a Ushuaia sin pasar por El Calafate el costo será de $11.685, lo que supera el valor de un vuelo Buenos Aires-San Pablo. Este cúmulo de situaciones perjudica fuertemente a las dos ciudades, que forman parte del paquete turístico “Patagonia Fantástica” y como tal, son interdependientes.
En ese sentido, Vuoto y Belloni coincidieron en que el invierno fue muy duro para las dos comunidades locales. El sector turístico de ambas ciudades sintió muy fuertemente la baja de la actividad por la desprogramación completa, por primera vez desde su instrumentación en 2009, del tramo El Calafate-Ushuaia. La expectativa estaba puesta en una recuperación a partir de la primavera de este año, pero el nuevo esquema tarifario sumado a la reducción de frecuencias dio nuevamente por frustradas esas esperanzas.
Mientras la gran mayoría de los destinos del país incrementan la cantidad de asientos y frecuencias, en Ushuaia y El Calafate se está soportando una reducción sistemática de vuelos cada vez más aguda. Esto redunda en la extinción de la fuente de trabajo e inversión de miles de argentinos y contradice lo que el propio Gobierno nacional expresa públicamente, en cuanto a que el turismo es una de las actividades que reactivarán la paralizada y recesiva economía argentina.
La definición de los intendentes quedará manifiesta en una solicitada que será publicada en medios de tirada nacional, con el objetivo de visibilizar un conflicto que fue sistemáticamente ignorado por las autoridades intervinientes.
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