Rosana Bertone "Nunca nos podrán arrebatar un pedazo del alma" | Portal La TDF

Rosana Bertone "Nunca nos podrán arrebatar un pedazo del alma"

Por Rosana Bertone: Desde el fondo de nuestros corazones, cada 2 de abril, todos los argentinos vivimos un día de homenaje por nuestros Héroes de Malvinas. Se trata de una jornada muy especial, en la cual desde cada rincón del país se multiplican los tributos a los Caídos y a los Veteranos, quienes siguen luchando día a día con los recuerdos de una guerra que les cambió la vida para siempre.
Ni que decir en nuestra provincia: los fueguinos bien sabemos que Malvinas es parte de nosotros. No solo porque lo dice nuestra Constitución, sino porque así lo sentimos y por eso compartir este día con los que arriesgaron su vida y honrar la memoria de los que la entregaron por la Patria, nos conmueve especialmente.
Al mismo tiempo, en esta conmemoración reafirmamos el legítimo derecho a reclamar por la soberanía de nuestras Islas. Un reclamo firme y permanente en el que ya no estamos solos: el objetivo irrenunciable de recuperarlas por el camino del diálogo y la paz, a través de una estrategia coherente que respeta los principios más elementales del derecho internacional, ha transformado una histórica causa nacional en una causa regional y global.


Coherencia vs intereses

Sin embargo, nuestros estándares no son respetados por todos y en este sentido vale la pena reflexionar sobre el reciente referéndum de Crimea y la “contradicción” en el voto de Estados Unidos y los países europeos, que por un lado se opusieron a esa iniciativa pero la alentaron cuando fue realizada en Malvinas.

En el caso del Reino Unido su doble discurso es elocuente: al contrario del apoyo a los kelpers, en el 88% de los casos votó en contra de la libre determinación de los pueblos. Esa estadística ratifica que para ellos el ejercicio de la diplomacia es meramente formal y su tradición colonialista, pero sobre todo la evaluación de lo que gana o pierde en términos de influencia económica, política y militar, es lo que realmente pesa en sus decisiones.

Y en este contexto de países centrales que privilegian sus intereses -sin inquietarse por las lecturas que puedan hacerse de un doble estándar diplomático- Argentina, que se opuso al referéndum en Malvinas, mantiene su coherencia diplomática.

Se trata de la misma coherencia que tiene nuestro sentimiento por Malvinas y sus Héroes. Y sobre ese sentimiento no hay rapiña posible: podrán haber tomado a lo largo de la historia muchas cosas que no les pertenecen, pero nunca nos podrán arrebatar un pedazo del alma.

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