Vanoli: "Algunos agitan fantasmas porque buscan impunidad" | Portal La TDF

Vanoli: "Algunos agitan fantasmas porque buscan impunidad"

El presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli, defendió la reforma integral de la Ley de Oferta Pública y alertó que "algunos agitan fantasmas porque buscan impunidad" de su accionar irregular en el mercado de capitales.
El siguiente es el reportaje que el brindó el titular de la Comisión Nacional de Valores, Alejandro Vanoli al diario Tiempo Argentino:
El proyecto oficial que tira por la borda la Ley de Oferta Pública que aprobó la dictadura de Juan Carlos Onganía el 16 de julio de 1968, despertó fuertes resistencias en los circuitos de la ortodoxia económica. Los cuestionamientos no fueron medulares sino que atacaron el proyecto con frases y eslóganes asociados a un "mayor intervencionismo" del Estado en el sector privado, particularmente en la Bolsa de Comercio y el resto de los mercados de valores locales. Uno de los puntos centrales del proyecto de más de 160 artículos que ingresará en las próximas horas al Congreso, pone fin al sistema de autorregulación que le permitía a los agentes financieros ser controlados por sus propios pares. En esta línea, le otorga más potestades a la CNV para controlar el sistema bursátil y tener poder sancionatorio para regular el complejo mercado de capitales. El titular de la CNV, Alejandro Vanoli, defiende a rajatabla la iniciativa, porque cree que la regulación "le va a dar más confianza" al circuito bursátil local. Además, Vanoli reconoce que el mercado de capitales argentino "es muy pequeño" y opina que "es el momento de establecer buenos controles, promover el ahorro popular y acercarlo a la inversión productiva".
–De aprobarse en el Congreso, ¿qué cambios implicará la reforma a la Ley de Oferta Pública?
–Va a haber un mercado de capitales más grande y se va a ampliar la participación del público. Hoy es un mercado cerrado y esto hace que muchos ahorristas no tengan oportunidades. También limita la posibilidad de que las empresas accedan. La idea del proyecto es que haya más actores, que todos puedan operar y que ingrese gente con una mirada distinta, que le ofrezca al público alternativas de inversión.
–¿Cuánto dinero operan en los mercados que hay en el país?
–Si se suma la operatoria de todos los mercados, alcanza los 1000 millones de pesos diarios pero no hay mucha negociación de activos de empresas, o sea de acciones, obligaciones negociables y otros instrumentos. Se avanzó en la negociación de cheques de pago diferidos para las empresas, para financiarse en el corto plazo. Estamos impulsando el pagaré bursátil, que es un instrumento que tendría las características del cheque de pago diferido pero a más de un año de plazo, lo que le permitiría a las pymes tener financiamiento de mediano plazo en el mercado secundario. Por otro lado, muchas empresas no tienen financiamiento en el mercado primario. Eso tiene que ver con la crisis financiera internacional, pero tampoco ha habido vocación en el sector privado del sistema bursátil de ampliar este negocio. El mercado argentino tiene un grado de desarrollo bajo en relación con su Producto Bruto Interno. Esto tiene que ver con el desconocimiento y el temor, pero también con una actitud de protección del statu quo por parte del sistema bursátil. Hay que ampliar este negocio, quebrar la fragmentación. Existe un sinnúmero de instituciones y de bolsas en el país que no tienen escala. Entonces queremos integrar los mercados para alcanzar un mayor volumen, más liquidez, lo que permita a los inversores comprar y vender en mejores condiciones. Queremos un mercado bursátil con menores costos para aquellos que quieran acceder al financiamiento. Además, una mayor regulación va a ayudar a crear confianza. En la Argentina está vigente una ley de (Juan Carlos) Onganía, que consagró la autorregulación de los mercados. La ley actual impide al regulador sancionar a los agentes de bolsas, eso no existe en ningún lugar del mundo. –¿Qué cambiará entonces?
–Este proyecto de ley se equipara con los estándares internacionales. O sea que la CNV tenga las mismas facultades que tiene en Europa, en Estados Unidos, en Brasil, en Chile, etcétera. Esto no es un avance sobre las empresas, no hay ninguna regulación adicional sobre las empresas, sí es darle poder sancionatorio a la CNV sobre los agentes de Bolsa.
–Algunos temen que se acabe la autorregulación y aparezca una CNV más sólida… –Muchos critican sin conocer el proyecto, otros critican porque quieren criticar al gobierno, y todo lo que venga del gobierno es malo. Escuché críticas de (Javier) González Fraga que dijo que le gustaba la letra pero no la música, es decir que estaba de acuerdo con que entren jugadores nuevos al mercado y que la CNV tenga facultades, pero hacía una crítica general al gobierno. Hay muchos que no quieren que el regulador los controle más pero es necesario que haya controles. El sistema está dividido entre un núcleo muy conservador que se aferra al statu quo y uno más dinámico que percibe que este cambio es una fuente de oportunidad, aquellos que creen en la lógica de que el desarrollo del mercado de capitales orientado al ahorro y la inversión va a generar un mercado más grande, y eso es un mayor negocio. Para aquellos, que quieran hacer negocios lícitamente, no hay nada que los deba preocupar.
–¿Hubo muchos casos de corrupción en la Argentina?
–Hay un caso emblemático de un agente de Bolsa, Rabello, que ha sido condenado dos veces y todavía el Mercado de Valores (Merval) no ha concluido el sumario, porque los sumarios en el Merval no son públicos ni transparentes. En cambio, cuando se abre un sumario en la CNV está disponible en la Web. Otro dicen que la CNV sólo abre sumarios a las empresas que cuestiona el gobierno. Falso. Hay innumerables empresas sumariadas: grandes, medianas y pequeñas. Es decir, la CNV investiga cuando corresponde y lo hace sobre parámetros técnicos. A algunos les molesta que haya una decisión política del gobierno nacional y que en los últimos años el ente regulador comenzara a actuar como corresponde y a controlar a las empresas, poniéndoles fin a prácticas irregulares que imperaron durante mucho tiempo.
–¿Cuál será el nuevo papel de la CNV cuando se acabe la autorregulación? –Básicamente, lo que plantea el proyecto es que tenga poder sancionatorio como en cualquier lugar del mundo, y, por otro lado, la capacidad de dictar reglamentos sobre el funcionamiento de los mercados; establecer los capitales mínimos, normas de conducta, etc. Por otro lado, el proyecto termina con la duplicación existente entre el trámite autorizativo que existía entre las bolsas y la CNV, haciendo que este proceso recaiga sobre el regulador y quede en los mercados todo lo que tiene que ver con el listado.
–¿Cuál será el rol de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que hasta ahora está autorizada "para admitir, suspender y cancelar la cotización de valores" y que, de aprobarse el proyecto, perderá estas facultades a manos de la CNV?
–La Bolsa puede desempeñar un rol articulador, en el sentido de que cumpla un papel de acercamiento de las empresas al mercado. Hoy tiene un departamento pyme que trabaja bien. También debe generar un mecanismo tendiente a adecuar toda la negociación de los valores y generar mecanismos de acceso directo al mercado.
Nosotros estamos haciendo un esfuerzo enorme en brindar educación financiera; creamos un registro de idóneos para que la gente esté bien asesorada. Pretendemos que los mercados de valores puedan estar interconectados. Esto es obligatorio a partir del 1º de enero del 2013 y, por otro lado, pretendemos que la gente pueda comprar y vender en el mercado. Esto es facilitar el acceso con el debido asesoramiento. En la actualidad, los mercados son como grandes plataformas electrónicas que permiten con un click comprar y vender. Mucha gente está acostumbrada a hacerlo por Internet con productos reales. El objetivo es quebrar las barreras y facilitar el acceso de la población al sistema bursátil. Las instituciones tienen un rol fundamental de asesoramiento, de generar buenos marcos institucionales para la negociación. Toda una responsabilidad vinculada con mecanismos seguros de liquidación de operaciones y de custodias de valores. Pero bueno, hay que evitar algunas prácticas que generaban encarecimiento o duplicación de trámites que ocurrían entre la bolsa y la CNV, sin ofrecer servicio adicional.
–¿Cómo es el mecanismo de control de la CNV sobre los agentes financieros y cómo será cuando se apruebe la ley?
–Hoy lo único que puede hacer la CNV es pedirle al mercado que ejerza el poder disciplinario sobre los agentes, no puede sancionarlos. Sí puede recurrir, en caso de delito y presentar una denuncia, pero muchas veces hay cuestiones que se deben investigar en el ámbito administrativo antes de formular la denuncia. Entonces, es fundamental e imperioso permitirle al regulador que pueda, con la lógica del respeto al debido proceso, sancionar a algún agente de Bolsa que haga algo indebido.
–¿Cómo se va a coordinar el secreto bursátil entre la CNV, el Banco Central y la Superintendencia de Seguros?
–En la práctica funciona de la siguiente manera. Hasta hoy los reguladores en la Argentina son entidades especializadas que tenían limitaciones para compartir información entre sí, para investigar a los conglomerados financieros. En muchos países esto se ha resuelto mediante la unificación de los supervisores. Acá se plantea un problema de control, porque los conglomerados financieros actúan de manera estratégica integrada y los reguladores sólo podían ver una parte del negocio. Esto impide el control. De hecho, los propios organismos internacionales están impulsando que los reguladores puedan tener toda la información entre sí y poder cooperar internacionalmente. La Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO) obliga a los países a que a partir del 1º de enero puedan tener toda la información bancaria, bursátil y de seguros y la puedan remitir al exterior. Los países que no tengan la legislación reformada serán puestos en la lista negra. Entonces, esto hace a un pedido específico de organismos internacionales. La Argentina comprometió este plan de acción ante el GAFI (Grupo de Acción Financiero en contra del lavado de dinero) en la estrategia contra el lavado. Pero no se trata de levantar alegremente el secreto, porque este se traslada a otros organismos de regulación. Es decir, si la CNV le da información al Banco Central esta información queda en el Banco Central como secreto y no la puede divulgar, sólo la puede compartir con la SEC (Comisión de Valores de los EE UU) que también debe guardar reserva. No es que se levanta el secreto, es que se extiende el secreto a aquellos reguladores del país o del exterior donde se comparte una investigación porque hay investigaciones internacionales u operaciones intragrupo a nivel nacional. Pero es lógico que el Estado o los países puedan cooperar porque los mercados se han globalizado, se crearon conglomerados financieros y es imposible poder controlarlos si uno no tiene la información completa.
–Y entonces, ¿por qué tantos miedos en torno al secreto bursátil?
–A algunos no les debe gustar o tienen temor de que el Estado pueda tener todas las herramientas de control. La gente que hace las cosas bien no tiene nada que temer.
–¿Por qué se produce este cambio normativo ahora?
–Por un lado, en el plano internacional, en Estados Unidos se reformó la Ley Dodd Frank (ley de reforma de Wall Street) en el 2010 y están cambiando todas las normas de la SEC; en Europa están cambiando todos los organismos de control e incluso han creado una supervisión muy estricta sobre los grandes bancos y en todos los países latinoamericanos están cambiando las normas. Recientemente, Uruguay cambió su norma de secreto bancario por exigencias internacionales. Tiene que ver con cumplir con estándares internacionales más exigentes. El año pasado el Banco Mundial recomendó darle poderes especiales al regulador. Hoy los principios y reglas de IOSCO obligan a cumplir con la ley para estar en la lista blanca. Al margen de esto existe una decisión política de reformar y actualizar las leyes financieras. Esta es una asignatura pendiente de la democracia. La idea es poder tener un sistema financiero bien regulado, evitar que sea una fuente de crisis y transformar su naturaleza para que el sistema financiero se piense a sí mismo y sea puesto al servicio de la economía real. Así como el sistema bancario llega cada vez más al sistema productivo a través de la reforma de la carta orgánica, la idea es que el mercado de capitales permita generar alternativas diferentes. Los argentinos han ahorrado históricamente, por las crisis, la hiperinflación o los defaults, en moneda extranjera o en plazos fijos cortos porque no se ha agrandado el mercado y tampoco se han creado alternativas. Precisamente, la contracara de los controles que establecieron límites prudenciales al ahorro en moneda extranjera en una economía dolarizada, es que se creen alternativas de inversión en moneda local. Es el momento de establecer buenos controles, promover el ahorro popular y acercarlo a la inversión productiva. Esta nueva legislación libera las energías de todos aquellos que quieran poner los capitales al servicio del desarrollo.
–¿A Moody's no le gustaron las reformas financieras del gobierno?
–Claro, hay sectores del statu quo que quieren que el negocio financiero sea desregulado, que agitan fantasmas sobre las empresas. No hay ninguna medida en la ley que implique mayores regulaciones para las empresas. Tampoco hay un avance sobre la justicia, ni se va a sancionar sin sumario. Se puede declarar un acto administrativo irregular pero no implica ninguna sanción sobre las personas. Agitan fantasmas porque quieren impunidad o que las empresas puedan seguir haciendo lo que quieran.
–¿Qué otras modificaciones se introducen?
–Cuando se redactó la Ley de Oferta Pública en la dictadura se estableció, a contramano de todo el derecho jurídico, que la alzada de la CNV sea la justicia comercial. Ahora será el fuero contencioso administrativo.
–¿Por qué aseguran que el fuero contencioso administrativo es más influenciable? –No se trata de eso sino de que la CNV tenga la misma alzada que el resto del Estado. Juzgar así al fuero contencioso administrativo implica hacer una crítica generalizada sobre diversos jueces que han sido designados en los distintos gobiernos. Nuevamente, los sectores del establishment, los sectores neoliberales y aquellos que quieren hacer negocios sobre lo chiquito y lo ilegal son los que resisten reformas que son apoyadas por muchos en el sistema financiero que quieren hacer negocios legalmente y quienes entienden que es necesario cambiar las reglas y las vivencias que tuvimos hasta 2003.
–¿Qué valor tiene esta reforma?
–Indudablemente esta es la reforma más importante en los casi 44 años desde la sanción de la ley.
–Hay quienes ahora le tienen miedo al poder de la CNV.
–Bueno, son los que no le tienen miedo al poder del mercado, a las calificadoras y la privatización del riesgo

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