Tanto en la Ciudad de Río Grande (Capital Nacional de la Vigilia de Malvinas) como en la Ciudad de Ushuaia (Capital de Malvinas) hubo marchas en el monumento a nuestras islas Malvinas, en la cual el pueblo fueguino repudió a los ejercicios militares que lleva adelante Gran Bretaña en el Atlántico Sur, su cerrada negativa a cumplir con las resoluciones de Naciones Unidad y a la decisión de realizar pruebas misilísticas.
Una Luz para Malvinas convocó al Centro de Excombatientes de Malvinas Ushuaia y Río Grande, autoridades provinciales y municipales, vecinos y vecinas quienes marcharon con velas “encendidas desde el alma de aquellos que lucharon para liberar la última parte del territorio”, tal como definió Walter Batista, presidente del Centro de Ushuaia.
Batista fue el único orador, quien puso palabras a las llamas encendidas, al reclamo argentino justo, lógico y razonable sobre Malvinas, pero también al sentimiento que encienden nuestras islas y nuestra historia. Dedicó también un tramo del discurso a los habitantes de Malvinas, advirtiéndoles sobre el uso bélico del territorio que hace el imperio y sus aliados y sobre sus propias personas.
“Estamos acompañando esta marcha, encendiendo como todos los días la causa Malvinas, reiterando que no vamos a retroceder ni un paso en nuestro reclamo de soberanía y estamos junto a nuestros vecinos y vecinas, en la capital de Malvinas, reiterando que son argentinas”, expresó visiblemente emocionado el intendente Vuoto.
Matías Rodríguez, quien acompañó el izamiento del ancho pabellón nacional en la plaza expresó que el encuentro “tiene una gran fuerza, la fuerza del rechazo absoluto a la decisión de Gran Bretaña de realizar ejercicios militares y lanzamiento de misiles en nuestro territorio; tiene la fuerza de nuestro pueblo de paz encendiéndose por Malvinas, que nos pertenece a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros nietos”.
Los excombatientes advirtieron, una vez más, que frente a nuestras costas de la Patagonia se encuentra el asentamiento bélico más grande del Atlántico Sur.
Una Luz para Malvinas convocó al Centro de Excombatientes de Malvinas Ushuaia y Río Grande, autoridades provinciales y municipales, vecinos y vecinas quienes marcharon con velas “encendidas desde el alma de aquellos que lucharon para liberar la última parte del territorio”, tal como definió Walter Batista, presidente del Centro de Ushuaia.
Batista fue el único orador, quien puso palabras a las llamas encendidas, al reclamo argentino justo, lógico y razonable sobre Malvinas, pero también al sentimiento que encienden nuestras islas y nuestra historia. Dedicó también un tramo del discurso a los habitantes de Malvinas, advirtiéndoles sobre el uso bélico del territorio que hace el imperio y sus aliados y sobre sus propias personas.
“Estamos acompañando esta marcha, encendiendo como todos los días la causa Malvinas, reiterando que no vamos a retroceder ni un paso en nuestro reclamo de soberanía y estamos junto a nuestros vecinos y vecinas, en la capital de Malvinas, reiterando que son argentinas”, expresó visiblemente emocionado el intendente Vuoto.
Matías Rodríguez, quien acompañó el izamiento del ancho pabellón nacional en la plaza expresó que el encuentro “tiene una gran fuerza, la fuerza del rechazo absoluto a la decisión de Gran Bretaña de realizar ejercicios militares y lanzamiento de misiles en nuestro territorio; tiene la fuerza de nuestro pueblo de paz encendiéndose por Malvinas, que nos pertenece a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros nietos”.
Los excombatientes advirtieron, una vez más, que frente a nuestras costas de la Patagonia se encuentra el asentamiento bélico más grande del Atlántico Sur.
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