La iniciativa que ya contaba con la media sanción de diputados, se convirtió en ley y pasó al Poder Ejecutivo con 67 votos afirmativos.
En su artículo primero, la ley establece incorporar el artículo 145 al Código Penal que dicta: “Será reprimido con prisión de entre dos a cuatro años, el que explote o utilice el trabajo de un menor de 16 años en beneficio propio o de un tercero, siempre que el hecho no constituyere un delito más severamente penado”.
La pena será superior cuando el trabajo del menor se efectuare en actividades riesgosas, inseguras o peligrosas. La ley exceptúa a los padres, tutores y guardantes de los chicos.
Para el senador Jorge Colazo: “La ley es un paso adelante que protege los derechos y la integridad de los niños y de los adolescentes. El trabajo infantil no es voluntario, es un acto obligado y es por eso que hay que resguardar y ajustar las leyes a favor de la inocencia y de las infancias felices”.
En su artículo primero, la ley establece incorporar el artículo 145 al Código Penal que dicta: “Será reprimido con prisión de entre dos a cuatro años, el que explote o utilice el trabajo de un menor de 16 años en beneficio propio o de un tercero, siempre que el hecho no constituyere un delito más severamente penado”.
La pena será superior cuando el trabajo del menor se efectuare en actividades riesgosas, inseguras o peligrosas. La ley exceptúa a los padres, tutores y guardantes de los chicos.
Para el senador Jorge Colazo: “La ley es un paso adelante que protege los derechos y la integridad de los niños y de los adolescentes. El trabajo infantil no es voluntario, es un acto obligado y es por eso que hay que resguardar y ajustar las leyes a favor de la inocencia y de las infancias felices”.
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