Prioritaria búsqueda de eficiencia energética y protección ambiental apuntala INTI en bases científicas antárticas | Portal La TDF

Prioritaria búsqueda de eficiencia energética y protección ambiental apuntala INTI en bases científicas antárticas

En Febrero se perdió un científico, y después de 32 horas, con una sensación térmica de 32 grados bajo cero y con la absoluta soledad blanca, apareció con vida. Lo salvaron los ensayos hechos con la ropa por el INTI. La anécdota la cuenta el director nacional del Antártico, Mariano Memolli.
Entrevistado por el programa radial "Tecnología para Todos", Memolli recuerda que en ese momento era Patricia Marino la que hizo todos los ensayos para certificar que la ropa que mandábamos era la correcta, y ello le salvó la vida a una persona.
Además de la certificación de la indumentaria para climas tan rigurosos, puso como ejemplo de otros aportes tecnológicos a los vidrios, por la pérdida de calor, el testeo de cuáles son los más aptos para resistir este tipo de climas. "Me impresionó ver el laboratorio de construcciones, las pruebas que hacen con incendios en Migueletes", dijo.

Enumeró Memolli que "con el INTI tenemos una experiencia de larga data y precisamente estamos trabajando en protección ambiental, en eficiencia energética, en sistemas de construcción,en ropa, y se pueden agregar tecnologías del vidrio, alimentaria, y muchos otros aspectos que cubre el instituto.

Anunció que el INTI se apresta a producir un documento con todo lo que se viene realizando que tendrá impacto a nivel nacional e internacional. "Porque la idea es presentar las conclusiones en todos los foros y cómo haremos para elaborar un master plan a partir de ahí a fin de una mejor gestión de las bases antárticas argentinas en cuanto a la eficiencia energética y a la protección ambiental.
La apelación del programa radial había sido: ¿Cuál es la tarea que los científicos argentinos realizan en el continente blanco?

El titular de la Dirección Nacional Antártica (DNA) comentó la importancia de las investigaciones que se realizan en la base científica Carlini, en donde técnicos de INTI-Construcciones evaluaron el estado actual de la infraestructura edilicia sometida a condiciones extremas de temperatura.

Carlini es la principal base científica que tiene Argentina en Antártida, la que más trabajos ha producido a lo largo de la historia. Fue fundada en 1953 como refugio. Está rodeada de siete bases de distintos países, describió el funcionario.
La base tenía un apellido catalán de un piloto de la Armada que no había estado en la Antártida, pero la Presidenta evaluando los antecedentes y la importancia que le da a la ciencia, decidió que la zona histórica, que era la radioestación y metereología, se continuara llamando Jubany, y la base se llame Carlini, en honor a un científico que lamentablemente murió muy joven, hace un par de años, cuyo nombre de pila era Alejandro. Tenía más de 15 campañas antárticas en esa base, había estado también en Orcadas, y era un referente en la materia.

La campaña antártica consiste en diversas acciones que realiza cada país en el continente blanco, que incluyen: el nivel científico, el logístico que hacen las Fuerzas Armadas para apoyar las actividades, la vigilancia ambiental y ahora se agregaron aspectos culturales.

Hay dos tipos de campañas, la de verano, que es cuando se moviliza más cantidad de gente (un promedio de 1.300 personas trabajando durante ese período en todas las bases argentinas, con medios navales y aéreos que refuerzan a los que permanecen en invierno. Y la de invierno, donde quedan unas 200 personas que pasan el año en ese lapso.

Son muchos los proyectos que se llevan a cabo en la base Carlini: de aves, de mamíferos, de microbiología, que es muy importante. Se hacen desde hace más de 30 años censos de fauna para apreciar la evolución de las especies, lo cual está relacionado con la pesca en el Atlántico Sur, porque es el alimento que les llega y determina que una especie crezca o disminuya en cuanto a su éxito reproductivo.

A nivel de microbiología hay dos proyectos que han sido muy grandes, uno son las bacterias biodegradadoras de combustibles, que se hizo en lugares contaminados por derrames que, en términos poco académicos, se lo comían, o sea, producían una degradación, y son locales. Un científico, Walter Mac Cormack, se puso a estudiarlas y tiene un sistema de trabajo, ahora estandarizado, para estimular las bacterias originadas en los hidrocarburos.

Por otra parte está el proyecto genoma blanco. El primer proyecto en el país que descifró un genoma fue el realizado por Mac Cormack, a través de bacterias muy especiales tomadas en esta zona, que viven en el frío, y permitirían desarrollar nuevos antibióticos, agentes antinucleares, enzimas para trabajar en frío, y algunas otras aplicaciones más que se irán estudiando.

De la cooperación internacional que se da en torno de la base Carlini ahí funciona el primer laboratorio antártico del mundo, administrado entre dos países. Significa que Argentina y Alemania se pusieron de acuerdo para no superponer bases en tan poca distancia a fin de evitar la contaminación ambiental, con lo cual se decidió que los científicos trabajaran juntos.

Se generaron trabajos de altísimo nivel, casi todos orientados a la biología marina. Durante todo el año se hacen inversiones y se toman muestras de fondos en determinados cortes que fijan los científicos, para establecer el sistema de trabajo. Es realmente impresionante. Se sumaron alemanes, españoles, italianos, gente de Estados Unidos, de Japón y del Reino Unido también.

Las bases que rodean a nuestra Carlini son la "Gran Muralla" de China, la Artoschi de Corea, la Frei de Chile, la Penhousen de la Federación Rusa, la Artigas de Uruguay, además de la brasileña que se quemó y se está reconstruyendo.

Hay un interés internacional creciente en el continente antártico, y si uno lee la historia argentina en el continente blanco encuentra que desde Perito Moreno, que fue el ideólogo de la ocupación temprana en la Antártida y lo convence a Roca de hacerlo, se crea el 22 de febrero de 1904 la primera base científica del mundo, la Orcadas, de ocupación permanente. Dependía del Ministerio de Agricultura y Ganadería y servía para evaluar los climas, las condiciones meteorológicas, cómo podían afectar a La Pampa y a la Patagonia. Además se instaló un observatorio geomagnético y la primera estafeta postal y de telégrafo del mundo en la Antártida.


Quién fue Carlini

Tras las dos campañas que demandaron su construcción, el director nacional del Antártico Mariano Memolli inauguró en la Base Carlini (ex Jubany) el primer laboratorio construido especialmente para ese fin en los últimos 30 años en la Antártida Argentina.

En la base se erigió también una nueva antena para integrar el continente antártico a la red de Televisión Digital Abierta.

Alejandro Ricardo Carlini nació el 5 de julio de 1963 en la ciudad de La Plata, donde cursó sus estudios hasta la graduación en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata, con el título de Licenciado en Biología.

En dicha Facultad alcanzó su máxima graduación como Doctor en Ciencias Naturales, el 30 de noviembre del 2010.

Su actividad profesional en el campo de la Biología Marina Antártica se inició en 1988 como personal contratado por el Instituto Antártico Argentino, Dirección Nacional del Antártico, para realizar la Campaña Antártica como invernante en la Base Orcadas.

A su regreso cubrió los siguientes cargos en la misma Institución:

•Contrato de Investigador Científico (Categoría C- 0) desde 1987 a 1996.
•Contrato de Jefe de Investigadores (Categoría B-0), desde 1996 a 2008.
•Investigador científico planta permanente (Categoría B-0), desde 2009 a la fecha.
Su participación en las Campañas Antárticas se inició durante la Campaña Antartica de Invierno (CAI) 1988 en la Base Orcadas, y posteriormente se puede resumir su actividad ininterrumpida durante las campañas de Pre Campaña Antártica de Verano (PreCAV) y Campaña Antártica de Verano (CAV) desarrolladas en las Bases: Jubany (1989, 1990, 1992, 1994, 1995, 1996, 1998, 1999, 2001, 2004, 2006, 2007), Eperanza (1991) y Primavera (2008, 2009).

Durante su actividad profesional se capacitó asistiendo a numerosos Congresos y Reuniones científicas, en la mayoría de las cuales participó activamente presentando trabajos de investigación inéditos en su área de competencia, en el país y en el exterior, así como mediante la realización de numerosos Cursos de Perfeccionamiento en Instituciones de reconocido nivel científico.

•También realizó viajes de estudio, complementando sus campañas antárticas:
•Crucero científico realizado a las Islas Georgias del Sur, a bordo del buque de nacionalidad norteamericana Nat.B. Palmer. Mayo Junio de 1993.
Concurrencia al EAZIS como parte del Convenio de Cooperación Científico Tecnológica entre Alemania y nuestro país, para coordinar tareas con investigadores del Alfred Wegener Institut. Junio de 1999.

Como parte de sus tareas de investigación elaboró un total de 21 informes científicos y técnicos presentados a organismos nacionales e internacionales: Instituto Antártico Argentino (Dirección Nacional del Antártico), Grupo de Especialistas en focas del Comité Científico de Investigaciones Antárticas (EGS-SCAR) y Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA).

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