El Legislador Territorial (mc) y Economista, Dr. Luís Moreno, propuso la creación de un Fondo Anticrisis integrado por el aporte del sector financiero, industrial electrónico y de la cadena de supermercados, para atender las necesidades emergentes de la pandemia del COVID-19 y sus efectos en la economía. Recordó que “en el año 2016 las empresas electrónicas frenaron un aumento de la Tasa de Verificación prometiendo que realizarían aportes a través de un fideicomiso por un equivalente a 100 millones de dólares en dos años, para ser canalizado a la inversión económica y social de la provincia. Ello no ocurrió, por lo tanto me supongo que no tendrán mayores objeciones para contribuir a un fondo extraordinario con una extensión de un año”. También reparó que las cadenas de supermercados “absorben más del 80 por ciento del potencial de compra de los fueguinos. Con márgenes de utilidad importantísimo. E incluso, si bien no tengo datos de acá, en el resto del país, los hipermercados después de la emergencia han aumentado en 20 por ciento las ventas”.
En diálogo con el diario Provincia 23, el Legislador Territorial (mc), Dr. Luís Moreno defendió la necesidad de crear un Fondo Anticrisis el cual estará integrado por el aporte de los sectores financiero, industrial electrónico y cadena de supermercados para atender las necesidades emergentes de la pandemia del COVID-19 y sus efectos en la economía.
Aseguró que “el cuadro de situación que atraviesa el sector público y el sector privado es extremadamente grave” y consideró inevitable la necesidad de obtener recursos genuinos “para no caer en una espiral interminable”.
El economista avizoró que la situación de emergencia se extenderá por un plazo que excede holgadamente las restricciones sanitarias.
Para Moreno aumentar la presión tributaria sobre los bancos que operan en la provincia “no solo es posible, sino necesario” y fundamentó que “ello debe ser parte de la creación de un fondo anticrisis para sobrellevar una situación que desde ya califico como extremadamente compleja, por las consecuencias sociales y económicas de su impacto que atraviesan todos los sectores de la sociedad, incluyendo el Estado provincial que es quien debe atender a necesidades que se proyectan, en el mejor de los casos, a un mediano plazo”.
En este punto propuso también que este fondo “sea asistido por aumentar el impuesto a la intermediación financiera que surge de lo que se denomina ‘spreed’, que es la diferencia entre tasa pasiva y activa, que en Tierra Del Fuego esta en el orden del 4,5 por ciento, una de las tasas más bajas entre las provincias; la aplicación de un impuesto del 1.5% sobre el valor FOB de las exportaciones de las industrias que operan en el marco de la ley 19640, un incremento del 1 por ciento al impuesto de ingresos brutos que gravan las cadenas de supermercados y medidas adicionales referidas a racionalizar el gasto publico”, detalló.
Este gravamen es temporal, “tendría la duración de un año sin posibilidades de prórroga”, entendió Moreno y se explayó diciendo que “mi modesto aporte parte de un cuadro de situación en el cual la temporalidad de la crisis es importante para merituar la medida y su duración. En primer lugar hay que tener en cuenta que el impacto de la crisis no es simétrica para todos los sectores”.
Esgrimió, por tanto, que la industria electrónica, la actividad bancaria e incluso el comercio, este ultimo con una recuperación un poco más lenta, “podrán funcionar en situación de equilibrio en unos meses, pero el sector servicios vinculados al turismo, que absorbe un cuarto de la demanda laboral, tardará mucho más tiempo”.
Se desprende, por lo tanto, que la normalidad de todas las actividades no va a ocurrir por un tiempo. “Personalmente creo que si entendemos como punto de normalidad la situación en que nos encontrábamos el año pasado, dificultó que eso ocurra en el presente año y en el que viene. Pero ello no es igual para el conjunto de las actividades. Incluso el sector público se encuentra seriamente comprometido porque aun sin existir la pandemia, ya estábamos atravesando una situación muy difícil, que se explica en la batería de leyes de emergencia que se aprobaron a principio de año, en el estado deficitario de las cuentas públicas, la situación de la caja y obra social y la necesidad de realizar inversiones impostergables en salud y desarrollo de la economía”.
Admitió el entrevistado que “por supuesto, a este cuadro crítico hay que añadirle la caída del 50 por ciento de impuestos internos y coparticipación, la pérdida del valor de los hidrocarburos por motivos internacionales, además de que debemos tener en cuenta, sobre esto último, que de las regalías solo podemos monetizar el 30 por ciento porque el porcentaje restante se detrae para pagar la deuda en dólares que tiene la provincia que a su vez constituyo domicilio legal en New York ante la eventualidad de litigio. Es decir que ni siquiera posibilidades de quita y menos aun de renegociación por la inestabilidad financiera”.
De esta situación “va a ser difícil salir con voluntarismo o recetas mágicas porque de la situación difícil de la que veníamos, se le suma ahora la emergencia de la pandemia y nos proyectamos hacia un futuro muy difícil. Para tomar una dimensión, este año el mundo tenía expectativas de crecimiento de 3 puntos y va a caer 7, la Argentina que preveía una caída de 2,5 va a caer en el 6 por ciento y en el mejor de los casos, para 2021 tendríamos una situación de equilibrio, es decir crecimiento cero. Todo esto afecta la economía privada, pero también la pública”, observó.
Consultado sobre cuál sería el destino de los recursos que se recaudarían, Luís Moreno dijo que este fondo “el fondo debería estar orientado a atender servicios asistenciales, pequeñas y medianas empresas y familias en crisis. Además podría constituirse un fideicomiso para financiar obras provinciales y municipales que ayuden a reactivar la construcción -por la demanda laboral que supone- y la canalización de sueldos a la rotación comercial”.
Justamente Moreno tuvo participación en el diseño del denominado Fondo de Inversiones para la Nueva Provincia y fue consultado si sería algo similar en relación a la industria fueguina. “En el año 2016 las empresas electrónicas frenaron un aumento de la Tasa de Verificación prometiendo que realizarían aportes a través de un fideicomiso por un equivalente a 100 millones de dólares en dos años, para ser canalizado a la inversión económica y social de la provincia. Ello no ocurrió, por lo tanto me supongo que no tendrán mayores objeciones para contribuir a un fondo extraordinario con una extensión de un año”.
Sobre la modalidad de liquidación de dicho gravamen al que hace referencia, consideró que “por su ejecutividad, control y transparencia puede ser a través de la declaración del valor FOB de exportaciones de las fábricas. Valor FOB significa que es el valor del bien salido del establecimiento al pie del camión, por lo cual no incluye flete, seguro ni intermediación. Es decir que la incidencia sobre el valor final del producto sería inferior al 0.70 por ciento, lo que supone que no desposiciona el producto en el mercado, ni mucho menos, mucho más, teniendo en cuenta el promedio de tasa histórica de ganancia”.
Asimismo, en el caso de las cadenas de supermercados, reparó que “absorben más del 80 por ciento del potencial de compra de los fueguinos. Con márgenes de utilidad importantísimo. E incluso, si bien no tengo datos de acá, en el resto del país, los hipermercados después de la emergencia han aumentado en 20 por ciento las ventas”. “Pero quiero decir que necesariamente nuestra provincia va a tener que buscar medios genuinos de financiamiento partiendo de principios de solidaridad y equilibrio entre todos los que integramos esta sociedad. Por ello también tiene que existir un aporte de quienes ganan sueldos importantes en el Estado, porque más allá de lo que ello importe en pesos, las actitudes en algunas oportunidades suelen ser fundamentales para alimentar la sinergía que necesitamos”, finalizó.
Luís Moreno es autor entre otros de los libros “La deuda de Tierra Del Fuego”, “Los Tiempos de Tierra Del Fuego” y “Como salir de la crisis”.
En diálogo con el diario Provincia 23, el Legislador Territorial (mc), Dr. Luís Moreno defendió la necesidad de crear un Fondo Anticrisis el cual estará integrado por el aporte de los sectores financiero, industrial electrónico y cadena de supermercados para atender las necesidades emergentes de la pandemia del COVID-19 y sus efectos en la economía.
Aseguró que “el cuadro de situación que atraviesa el sector público y el sector privado es extremadamente grave” y consideró inevitable la necesidad de obtener recursos genuinos “para no caer en una espiral interminable”.
El economista avizoró que la situación de emergencia se extenderá por un plazo que excede holgadamente las restricciones sanitarias.
Para Moreno aumentar la presión tributaria sobre los bancos que operan en la provincia “no solo es posible, sino necesario” y fundamentó que “ello debe ser parte de la creación de un fondo anticrisis para sobrellevar una situación que desde ya califico como extremadamente compleja, por las consecuencias sociales y económicas de su impacto que atraviesan todos los sectores de la sociedad, incluyendo el Estado provincial que es quien debe atender a necesidades que se proyectan, en el mejor de los casos, a un mediano plazo”.
En este punto propuso también que este fondo “sea asistido por aumentar el impuesto a la intermediación financiera que surge de lo que se denomina ‘spreed’, que es la diferencia entre tasa pasiva y activa, que en Tierra Del Fuego esta en el orden del 4,5 por ciento, una de las tasas más bajas entre las provincias; la aplicación de un impuesto del 1.5% sobre el valor FOB de las exportaciones de las industrias que operan en el marco de la ley 19640, un incremento del 1 por ciento al impuesto de ingresos brutos que gravan las cadenas de supermercados y medidas adicionales referidas a racionalizar el gasto publico”, detalló.
Este gravamen es temporal, “tendría la duración de un año sin posibilidades de prórroga”, entendió Moreno y se explayó diciendo que “mi modesto aporte parte de un cuadro de situación en el cual la temporalidad de la crisis es importante para merituar la medida y su duración. En primer lugar hay que tener en cuenta que el impacto de la crisis no es simétrica para todos los sectores”.
Esgrimió, por tanto, que la industria electrónica, la actividad bancaria e incluso el comercio, este ultimo con una recuperación un poco más lenta, “podrán funcionar en situación de equilibrio en unos meses, pero el sector servicios vinculados al turismo, que absorbe un cuarto de la demanda laboral, tardará mucho más tiempo”.
Se desprende, por lo tanto, que la normalidad de todas las actividades no va a ocurrir por un tiempo. “Personalmente creo que si entendemos como punto de normalidad la situación en que nos encontrábamos el año pasado, dificultó que eso ocurra en el presente año y en el que viene. Pero ello no es igual para el conjunto de las actividades. Incluso el sector público se encuentra seriamente comprometido porque aun sin existir la pandemia, ya estábamos atravesando una situación muy difícil, que se explica en la batería de leyes de emergencia que se aprobaron a principio de año, en el estado deficitario de las cuentas públicas, la situación de la caja y obra social y la necesidad de realizar inversiones impostergables en salud y desarrollo de la economía”.
Admitió el entrevistado que “por supuesto, a este cuadro crítico hay que añadirle la caída del 50 por ciento de impuestos internos y coparticipación, la pérdida del valor de los hidrocarburos por motivos internacionales, además de que debemos tener en cuenta, sobre esto último, que de las regalías solo podemos monetizar el 30 por ciento porque el porcentaje restante se detrae para pagar la deuda en dólares que tiene la provincia que a su vez constituyo domicilio legal en New York ante la eventualidad de litigio. Es decir que ni siquiera posibilidades de quita y menos aun de renegociación por la inestabilidad financiera”.
De esta situación “va a ser difícil salir con voluntarismo o recetas mágicas porque de la situación difícil de la que veníamos, se le suma ahora la emergencia de la pandemia y nos proyectamos hacia un futuro muy difícil. Para tomar una dimensión, este año el mundo tenía expectativas de crecimiento de 3 puntos y va a caer 7, la Argentina que preveía una caída de 2,5 va a caer en el 6 por ciento y en el mejor de los casos, para 2021 tendríamos una situación de equilibrio, es decir crecimiento cero. Todo esto afecta la economía privada, pero también la pública”, observó.
Consultado sobre cuál sería el destino de los recursos que se recaudarían, Luís Moreno dijo que este fondo “el fondo debería estar orientado a atender servicios asistenciales, pequeñas y medianas empresas y familias en crisis. Además podría constituirse un fideicomiso para financiar obras provinciales y municipales que ayuden a reactivar la construcción -por la demanda laboral que supone- y la canalización de sueldos a la rotación comercial”.
Justamente Moreno tuvo participación en el diseño del denominado Fondo de Inversiones para la Nueva Provincia y fue consultado si sería algo similar en relación a la industria fueguina. “En el año 2016 las empresas electrónicas frenaron un aumento de la Tasa de Verificación prometiendo que realizarían aportes a través de un fideicomiso por un equivalente a 100 millones de dólares en dos años, para ser canalizado a la inversión económica y social de la provincia. Ello no ocurrió, por lo tanto me supongo que no tendrán mayores objeciones para contribuir a un fondo extraordinario con una extensión de un año”.
Sobre la modalidad de liquidación de dicho gravamen al que hace referencia, consideró que “por su ejecutividad, control y transparencia puede ser a través de la declaración del valor FOB de exportaciones de las fábricas. Valor FOB significa que es el valor del bien salido del establecimiento al pie del camión, por lo cual no incluye flete, seguro ni intermediación. Es decir que la incidencia sobre el valor final del producto sería inferior al 0.70 por ciento, lo que supone que no desposiciona el producto en el mercado, ni mucho menos, mucho más, teniendo en cuenta el promedio de tasa histórica de ganancia”.
Asimismo, en el caso de las cadenas de supermercados, reparó que “absorben más del 80 por ciento del potencial de compra de los fueguinos. Con márgenes de utilidad importantísimo. E incluso, si bien no tengo datos de acá, en el resto del país, los hipermercados después de la emergencia han aumentado en 20 por ciento las ventas”. “Pero quiero decir que necesariamente nuestra provincia va a tener que buscar medios genuinos de financiamiento partiendo de principios de solidaridad y equilibrio entre todos los que integramos esta sociedad. Por ello también tiene que existir un aporte de quienes ganan sueldos importantes en el Estado, porque más allá de lo que ello importe en pesos, las actitudes en algunas oportunidades suelen ser fundamentales para alimentar la sinergía que necesitamos”, finalizó.
Luís Moreno es autor entre otros de los libros “La deuda de Tierra Del Fuego”, “Los Tiempos de Tierra Del Fuego” y “Como salir de la crisis”.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Comentarios con Insultos o Agravios personales no serán publicados.