Hoy hace exactamente un mes y un día que exigimos en la Plaza Almirante Brown políticas públicas claras en relación a la violencia de género y donde renovamos, por segundo año consecutivo, nuestro pedido de “Ni Una Menos – Vivas Nos Queremos”.
Claramente, hoy no somos las mismas personas…falta una de nosotras y nos atraviesa la tristeza y la impotencia (ver).
Hoy Nilda Mabel Núñez no puede sonreír, ni compartir su vida con sus pequeños hijos…no puede contar nada porque fue víctima de la violencia machista. Pero ella no es una víctima más… no se trata de uno de esos casos que vemos en la televisión y nos lamentamos y los vemos “lejanos”…ella vivía en Tierra del Fuego, y como muchos y muchas vino a la provincia buscando un futuro mejor.
¿Por qué hablamos de violencia machista? Se preguntarán algunos…porque vivimos en una sociedad patriarcal donde las mujeres estamos en una posición de subordinación respecto a los varones, y por lo tanto, las violencias machistas simbólica, psicológica, física y económica entre tantas otras tienen el aval social…ese mismo aval que siempre encuentra un justificativo para el violento, para el femicida.
Este reconocimiento por parte del Municipio de Río Grande debe ser para aquellas que ya no tienen voz…para aquellas que ya no están porque desde el Colectivo “Ni Una Menos” consideramos que no somos personalidades destacadas, somos ciudadanas comunes como cualquiera de los que está hoy presente aquí, y estamos convencidas que para avanzar de forma verdadera debemos sumar voluntades, comprometernos…y dejar de mirar para otro lado.
Exigimos el real cumplimiento de la Ordenanza 3.217 que contempla la creación del programa de contención y asistencia a la víctima de violencia. Exigimos también el real cumplimiento de la Ley Nacional 26.485 (ver), sancionada en el año 2009… ¿parece increíble no? Pero después de 7 años aún reclamamos por cifras oficiales sobre la cantidad de femicidios y estadísticas sobre violencia de género; reclamamos por una justicia eficiente que oiga las demandas y que actúe con la urgencia necesaria.
Por Florencia, Celeste, Noelia, Judith, María Cristina, Mabel, Laura, Adriana, Marianela, Elena y Nilda…hoy volvemos a decir NI UNA MENOS.
Claramente, hoy no somos las mismas personas…falta una de nosotras y nos atraviesa la tristeza y la impotencia (ver).
Hoy Nilda Mabel Núñez no puede sonreír, ni compartir su vida con sus pequeños hijos…no puede contar nada porque fue víctima de la violencia machista. Pero ella no es una víctima más… no se trata de uno de esos casos que vemos en la televisión y nos lamentamos y los vemos “lejanos”…ella vivía en Tierra del Fuego, y como muchos y muchas vino a la provincia buscando un futuro mejor.
¿Por qué hablamos de violencia machista? Se preguntarán algunos…porque vivimos en una sociedad patriarcal donde las mujeres estamos en una posición de subordinación respecto a los varones, y por lo tanto, las violencias machistas simbólica, psicológica, física y económica entre tantas otras tienen el aval social…ese mismo aval que siempre encuentra un justificativo para el violento, para el femicida.
Este reconocimiento por parte del Municipio de Río Grande debe ser para aquellas que ya no tienen voz…para aquellas que ya no están porque desde el Colectivo “Ni Una Menos” consideramos que no somos personalidades destacadas, somos ciudadanas comunes como cualquiera de los que está hoy presente aquí, y estamos convencidas que para avanzar de forma verdadera debemos sumar voluntades, comprometernos…y dejar de mirar para otro lado.
Exigimos el real cumplimiento de la Ordenanza 3.217 que contempla la creación del programa de contención y asistencia a la víctima de violencia. Exigimos también el real cumplimiento de la Ley Nacional 26.485 (ver), sancionada en el año 2009… ¿parece increíble no? Pero después de 7 años aún reclamamos por cifras oficiales sobre la cantidad de femicidios y estadísticas sobre violencia de género; reclamamos por una justicia eficiente que oiga las demandas y que actúe con la urgencia necesaria.
Por Florencia, Celeste, Noelia, Judith, María Cristina, Mabel, Laura, Adriana, Marianela, Elena y Nilda…hoy volvemos a decir NI UNA MENOS.
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