El requerimiento fue solicitado debido a que la Policía Científica de la Provincia cuenta con un registro de pisadas, cuya base de datos es de más de 10.000 suelas de calzado.
La Policía Científica de la Provincia de Tierra del Fuego asistió con consultas técnicas en el caso Báez Sosa, a requerimiento de peritos de la Policía Científica de Pinamar entre el 18 y 21 de enero de 2020.
Tanto el jefe de la División Policía Científica Ushuaia, Comisario Jacobo Felicioni y el jefe de la división Policía Científica Río Grande, comisario Mayor, Oscar Félix Sosa, explicaron la función y participación de las divisiones que se encuentran en Tolhuin, Ushuaia y Río Grande.
“Los equipos están abocados a una investigación criminal bajo un método científico. El requerimiento principal por lo general lo proporciona la comisaría de jurisdicción” detalló el Comisario Jacobo Felicioni.
Respecto al caso Báez Sosa, donde actualmente se lleva el juicio, indicó que “personal de la Policía Científica de Pinamar solicitó colaboración nuestra” y precisó que “tenían sospecha sobre ciertas zapatillas que habían sido encontradas en uno de los allanamientos”.
“Lo que realizamos fue, en base a esos calzados y a una fotografía, brindar asesoramiento técnico para que realizaran sus pericias, y posteriormente la justicia determinó que el caso pase a Policía Federal” aseguró.
En cuanto a la base de datos, el Comisario Mayor, Oscar Félix Sosa, indicó que “se cuenta con alrededor de 10.000 modelos de calzado. Todas, en material fotográfico. Nos mandan las imágenes que se obtienen en las escenas del crimen. A partir de eso las calificamos en función de las figuras geométricas que conforman el diseño de la pisada. Luego se analiza la suela del calzado y cotejamos en nuestra base de datos".
El Banco de Huellas de Pisadas se empezó a armar en 2004. “Se fue conformando porque en nuestra región no obteníamos éxitos con el levantamiento de huellas papilares (dactilares). Por tener un clima subpolar ártico, andar con guantes en las manos es natural” señaló y explicó que “esos resultados infructuosos nos llevaron a tener que valernos de alternativas, y fue entonces cuando buscamos seguir e identificar los rastros de pisadas”.
"Luego de identificar el modelo podemos individualizarlo, donde gracias a la técnica de scopometría se analiza, por ejemplo, si una suela tiene algo clavado o si está gastada de cierta forma por el uso, situación que se aclara en el informe que se envía a la Justicia. Todas esas pistas quedan representadas en la pisada” detalló Oscar Félix Sosa.
Otro caso del cual participó la División Científica de la Policía Provincial fue el del "Asesino serial de Junín", cuando en 2015 un tribunal condenó a Rubén Recalde a prisión perpetua por un doble homicidio en esa ciudad.
La Policía Científica de la Provincia de Tierra del Fuego asistió con consultas técnicas en el caso Báez Sosa, a requerimiento de peritos de la Policía Científica de Pinamar entre el 18 y 21 de enero de 2020.
Tanto el jefe de la División Policía Científica Ushuaia, Comisario Jacobo Felicioni y el jefe de la división Policía Científica Río Grande, comisario Mayor, Oscar Félix Sosa, explicaron la función y participación de las divisiones que se encuentran en Tolhuin, Ushuaia y Río Grande.
“Los equipos están abocados a una investigación criminal bajo un método científico. El requerimiento principal por lo general lo proporciona la comisaría de jurisdicción” detalló el Comisario Jacobo Felicioni.
Respecto al caso Báez Sosa, donde actualmente se lleva el juicio, indicó que “personal de la Policía Científica de Pinamar solicitó colaboración nuestra” y precisó que “tenían sospecha sobre ciertas zapatillas que habían sido encontradas en uno de los allanamientos”.
“Lo que realizamos fue, en base a esos calzados y a una fotografía, brindar asesoramiento técnico para que realizaran sus pericias, y posteriormente la justicia determinó que el caso pase a Policía Federal” aseguró.
En cuanto a la base de datos, el Comisario Mayor, Oscar Félix Sosa, indicó que “se cuenta con alrededor de 10.000 modelos de calzado. Todas, en material fotográfico. Nos mandan las imágenes que se obtienen en las escenas del crimen. A partir de eso las calificamos en función de las figuras geométricas que conforman el diseño de la pisada. Luego se analiza la suela del calzado y cotejamos en nuestra base de datos".
El Banco de Huellas de Pisadas se empezó a armar en 2004. “Se fue conformando porque en nuestra región no obteníamos éxitos con el levantamiento de huellas papilares (dactilares). Por tener un clima subpolar ártico, andar con guantes en las manos es natural” señaló y explicó que “esos resultados infructuosos nos llevaron a tener que valernos de alternativas, y fue entonces cuando buscamos seguir e identificar los rastros de pisadas”.
"Luego de identificar el modelo podemos individualizarlo, donde gracias a la técnica de scopometría se analiza, por ejemplo, si una suela tiene algo clavado o si está gastada de cierta forma por el uso, situación que se aclara en el informe que se envía a la Justicia. Todas esas pistas quedan representadas en la pisada” detalló Oscar Félix Sosa.
Otro caso del cual participó la División Científica de la Policía Provincial fue el del "Asesino serial de Junín", cuando en 2015 un tribunal condenó a Rubén Recalde a prisión perpetua por un doble homicidio en esa ciudad.
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