El pasado 7 de Marzo la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner entregó jubilaciones a los que ingresaron en la segunda moratoria previsional, que ascienden a 450.000 en todo el país, oportunidad en la que destacó que se llegó al récord de abarcar al 97% de los argentinos en condiciones de jubilarse, lo que significa la universalización del beneficio.
Previamente la Presidenta entregó resoluciones que otorgan las jubilaciones por la segunda moratoria. La primera en recibirla fue Susana Bravo, oriunda de Neuquén, de 64 años, quien trabajó desde muy chica cuidando cabras en el campo. Tiene cuatro hijos y 6 nietos.
En su mensaje, que fue transmitido a través de la cadena nacional, la presidenta destacó que esta segunda moratoria previsional “nos lleva a un record” que “cuando culmine esta moratoria vamos a tener el 97% de los argentinos en condiciones de obtener el beneficio jubilatorio; el otro 3% es porque prefieren seguir trabajando y no acogerse al beneficio”.
Con ello, agregó, se llega “a lo que se denomina cobertura universal” y aclaró que de las jubilaciones que recién entregaron solo había un hombre, y ello es porque en la nueva moratoria ingresó un 13% de hombres y un 87% de mujeres. Aclaró que no se trató de una cuestión de género, sino porque “las mujeres son es el sector más relegado, el menos reconocido de la sociedad. Las mas explotadas seguimos siendo las mujeres, pese a que hay una mujer presidente no hemos largado los derechos y garantías que tenemos”.
Se refirió luego a una editorial del diario La Nación, fechada el 19 de enero último, en la que hablaba del “saqueo” de la Anses por el propio Estado. “Miren los términos que utilizan”, observó la Presidenta y agregó: “hay un párrafo: quiero destacar esta frase: “al mismo tiempo el gobierno se dio el lujo de lanzar una nueva moratoria que estará abierta hasta septiembre del año próximo para los que no reúnen los 30 años de aportes”.
Con ello, expresó la Presidenta, “desconocen los años en trabajo en negro” y mencionó la mujer de Neuquén, “que cuidaba cabras; hay peones rurales, que cuidaban las estancias de mucho de los que leen La Nación y no otorgaban los aportes”.
Sostuvo que durante años se les pagaban salarios de miseria y tenían que aguantar “cualquier humillación” y a ellos alcanza esta moratoria que no es un lujo para alguien que “ha trabajado toda la vida”, afirmó.
Previamente la Presidenta entregó resoluciones que otorgan las jubilaciones por la segunda moratoria. La primera en recibirla fue Susana Bravo, oriunda de Neuquén, de 64 años, quien trabajó desde muy chica cuidando cabras en el campo. Tiene cuatro hijos y 6 nietos.
En su mensaje, que fue transmitido a través de la cadena nacional, la presidenta destacó que esta segunda moratoria previsional “nos lleva a un record” que “cuando culmine esta moratoria vamos a tener el 97% de los argentinos en condiciones de obtener el beneficio jubilatorio; el otro 3% es porque prefieren seguir trabajando y no acogerse al beneficio”.
Con ello, agregó, se llega “a lo que se denomina cobertura universal” y aclaró que de las jubilaciones que recién entregaron solo había un hombre, y ello es porque en la nueva moratoria ingresó un 13% de hombres y un 87% de mujeres. Aclaró que no se trató de una cuestión de género, sino porque “las mujeres son es el sector más relegado, el menos reconocido de la sociedad. Las mas explotadas seguimos siendo las mujeres, pese a que hay una mujer presidente no hemos largado los derechos y garantías que tenemos”.
Se refirió luego a una editorial del diario La Nación, fechada el 19 de enero último, en la que hablaba del “saqueo” de la Anses por el propio Estado. “Miren los términos que utilizan”, observó la Presidenta y agregó: “hay un párrafo: quiero destacar esta frase: “al mismo tiempo el gobierno se dio el lujo de lanzar una nueva moratoria que estará abierta hasta septiembre del año próximo para los que no reúnen los 30 años de aportes”.
Con ello, expresó la Presidenta, “desconocen los años en trabajo en negro” y mencionó la mujer de Neuquén, “que cuidaba cabras; hay peones rurales, que cuidaban las estancias de mucho de los que leen La Nación y no otorgaban los aportes”.
Sostuvo que durante años se les pagaban salarios de miseria y tenían que aguantar “cualquier humillación” y a ellos alcanza esta moratoria que no es un lujo para alguien que “ha trabajado toda la vida”, afirmó.
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